Seguramente habrás notado cómo con el paso del tiempo el disco duro de tu PC cada vez es más lento. Los tiempos de lectura y escritura cada vez son más largos, y es algo que podemos llegar a entender si pensamos que la unidad de almacenamiento cada vez tiene menos espacio libre, van apareciendo sectores dañados, los datos están cada vez más fragmentados, etc.
Si a esto además le sumamos que Windows tiende a acumular procesos que corren en segundo plano, aplicaciones que arrancan de inicio, y que el registro de Windows también sufre sus penurias cuanto más usamos el PC, el disco duro acaba bajando su rendimiento.
Y si tengo una unidad SSD ¿también puedo aumentar su velocidad?
No. Es importante diferenciar los discos duros de las unidades de estado sólido (SSD). Como nos podemos imaginar por el tamaño de las SSD, estas unidades de almacenamiento no tienen partes móviles (como pueden ser los cabezales y discos que encontramos dentro de un disco duro). En su lugar, la información se almacena en memorias flash de tipo NAND.
Por este motivo, las unidades SSD son tan rápidas, ya que solo necesitan encontrar un espacio libre para escribir la información. Así, las SSD se vuelven más lentas cuanto menos espacio libre tienen, ya que al controlador le cuesta más trabajo encontrar un espacio libre sobre el que poder escribir la información.
Por lo general las herramientas de optimización no suelen funcionar con las unidades SSD, y muchos expertos recomiendan evitarlas para no reducir su ciclo de vida. Si quieres que tu SSD vaya más rápido libera espacio de almacenamiento o haz un formateo.
4 consejos para mejorar la velocidad de escritura y lectura del disco duro en Windows
Los discos duros, por el contrario, están formados por partes móviles. Con el tiempo, vamos borrando datos, reescribiendo nueva información y todo esto hace que muchos archivos acaben perdidos y desperdigados por todo el disco duro.
Muchos archivos incluso acaban divididos en pequeñas partes, repartidas en sectores muy distantes, que al final hace que el lector tenga que recorrer un mayor camino para leer el archivo completo, y por tanto. Esto evidentemente, hace que la lectura/escritura sea más lenta.
El objetivo de la mayoría de herramientas de optimización es reorganizar todo el disco duro para que todos los archivos y sus respectivas partes se encuentren lo más cerca posible unas de otras. Así, el disco tendrá menos trabajo y tardará menos tiempo en leer la información.
1- Desfragmenta y optimiza el disco duro
Esta es una tarea de mantenimiento básica. Abre el explorador de Windows y haz clic derecho sobre la unidad del disco duro. Selecciona “Propiedades” y en la pestaña “Herramientas” pulsa sobre el botón “Optimizar”.

Esto abrirá el desfragmentador de Windows, que se encargará de optimizar la unidad, juntando todos los fragmentos de datos en sectores cercanos para que la información sea más accesible para el lector del disco.
2- Habilita la caché de escritura
La caché de escritura se utiliza para quitar carga de trabajo al disco duro. Así, cuando copiamos un archivo, en lugar de escribirlo directamente en el disco duro, se escribe primero en la caché. Como la memoria caché es más rápida esto hace que el rendimiento mejore sustancialmente.
Antes de activar la caché ten en cuenta que también es un arma de doble filo. Si el PC se apaga inesperadamente o hay un fallo en el sistema, esto puede ocasionar una pérdida o daños en los datos.
Dicho esto, puedes habilitar la caché de escritura así:
- Abre el explorador de Windows.
- Haz clic derecho sobre la unidad de disco duro (normalmente C:) y selecciona “Propiedades”.
- Ve a la pestaña “Hardware”, selecciona la unidad del disco duro y pulsa en el botón “Propiedades”.
- Por último, ve a la pestaña “Directivas” y marca la casilla “Habilitar caché de escritura en el dispositivo”.

3- Optimiza el archivo de paginación
El archivo de paginación es un fichero que utiliza Windows como memoria virtual. Sirve para poder usar parte del disco duro como si fuera la memoria RAM, en momentos en los que la memoria está llena. Algo que viene genial cuando usamos programas que consumen mucha memoria RAM.
Según Microsoft, es tamaño recomendado del archivo de paginación debe ser 1,5 veces el tamaño máximo de la memoria RAM. Así, si tienes una RAM de 4GB, el archivo de paginación no debería ser mayor de 6GB.
En Windows 10 puedes ajustar el tamaño del archivo de paginación desde aquí:
- Abre el buscador de Windows y escribe “Sistema” (también puedes encontrar esta opción abriendo el Panel de Control).
- En el menú de la izquierda, pulsa sobre “Configuración avanzada del sistema”.
- En la nueva ventana, ve a la pestaña “Opciones avanzadas” y en la caja de “Rendimiento” pulsa sobre “Configuración”.
- Esto abrirá la ventana de opciones de rendimiento. Ve a la pestaña “Opciones avanzadas” y en el apartado de “Memoria virtual” selecciona “Cambiar”.
- Por último, desmarca la casilla “Administrar automáticamente el tamaño…” y selecciona “Tamaño personalizado”. En el campo “Tamaño máximo” establece el límite máximo, que debería ser 1,5 veces el tamaño de nuestra RAM.


Como decimos, un disco duro con poco espacio libre es un disco duro más lento. Abre el menú de configuración de Windows y localiza el apartado de “Agregar o quitar programas” y desinstala todos los programas que innecesarios o que ya no utilizas.
Aprovecha también para hacer una buena limpieza y borrar todos esos archivos pesados que ya no necesitas, o si lo prefieres, muévelos a un disco duro externo para liberar algo de espacio.